El arte de aquellos que no son artistas ni quieren serlo

Caminando despacio me choque contra un muro.
Del aturdimiento caí al suelo.
Un humo salió de mi cabeza borrando la visibilidad de mi entorno.
A través del escozor fortalecido por mi pestañeo se me insinuó un rostro.
Su figura me agarró del brazo y tiró de mi con fuerza neurótica a la vez que acercó su boca y me gritó al oído:
Soy madame creatividad, no me violes y hazme volar

GENTE CREATIVA


 JORDI , UN HONOR HABER APRENDIDO DE TI,
 TE MANDO UN ABRAZO,
el grupo de visiones y los tecnopoetas te echaremos de menos.




07/02/2012 
 
Más de un zaragozano recordará aquel títere violinista que tocaba en las calles de la ciudad gracias al sonido que emitía la armónica de su titiritero. Aquel animador escondido detrás de sus muñecos era Jordi Pinar, para muchos «el gran motor que inició en Aragón el mundo de los títeres». Pinar, barcelonés de nacimiento y zaragozano de adopción, falleció el pasado domingo tras sufrir una dura enfermedad que le alejó de las actuaciones y espectáculos en los últimos años.
Jordi Pinar llegó a Zaragoza en el año 1982 y, tras haber aprendido numerosas técnicas junto a Pepe Otal en Barcelona, «trajo a Aragón la vanguardia teatral catalana de animación y teatro de calle», explica su amigo Luis Felipe Alegre. Comenzó trabajando en la Universidad Popular como profesor de zancos y enseguida se rodeó de muchos artistas aragoneses que deseaban aprender de sus habilidades. «Jordi tenía ángel, todo lo que hacía sobre el escenario estaba plagado de magnetismo», cuenta Iñaki Juárez, con el que emprendió una campaña de animación junto al Gobierno de Aragón por más de 300 escuelas unitarias, donde se enseñaba a hacer títeres y realizaban actuaciones. «Era el hombre de los 100 proyectos», cuenta Alegre. «Un tipo emprendedor, siempre con grandes ideas», prosigue Juárez. «Un gran embaucador», añade Elena Millán, una de las pocas aragonesas que continúan realizando la técnica de las marionetas de hilo, que aprendió junto a Pinar. «La primera marioneta que manipulé fue gracias a él, y fue un arlequín en la obra El sueño de Pierrot, con la compañía de teatro Momo. Tras disolverse la compañía en los 90 continuó con diferentes proyectos en solitario. Los últimos 10 años los pasó viajando por España y finalmente entre Barcelona y Zaragoza. Finalmente, sus problemas de personalidad fueron deteriorándole aunque él no perdía la alegría, «allá donde había una guitarra se aseguraba la fiesta», cuentan.
Ahora su recuerdo quedará permanecerá en la historia artística de la región gracias a «su desmesura, ingenio y por las ideas que ha regalado a los que ahora continúan haciendo posible la magia de la animación, el teatro callejero y los títeres».

Noticia extraida del periodico de Aragon.





 Grupo Visiones

           Visiones es un grupo de personas que desde las entrañas del gancho, en Zaragoza dedican su tiempo a crear situaciones, obras, bailes, videos y fotos lanzados al exterior desde su inconsciente para sacar los monstruos interiores y proyectarlos hasta convertirlos en arte, al margen del arte comercial.
La lucha contra el estigma provocados por los problemas de salud mental se manifiesta desde las pequeñas acciones de lo cotidiano.







NEL AMARO - fundación perrosituacionista


 pulgu y un amiguito


No se si decir que sentaste y pusiste en orden los pensamientos caóticos de mi cabeza, o que removiste y pusiste patas arriba todos ellos, no lo tengo claro, sólo sé que  se me han removido inquietudes internas que estaban dormidas. Gracias.
Fue un placer conocerte Nel, espero que pronto volvamos a vernos.
Un abrazo.


ISIDORO SAENZ


http://www.youtube.com/watch?v=DgXQbA9n8k4